viernes, 10 de diciembre de 2010

Atreverse a jugar en el aula: Colores y teatro para los niños con hiperactividad


Angélica Romero, nos comenta su particular forma metodológica de ver la enseñanza y aprendizaje. Ella es profesora del ramo Necesidades Educativas Especiales de la Universidad del Mar. En esta entrevista aporta con su forma innovadora y necesaria de romper esquemas en el aula, para niños con déficit atencional con hiperactividad en EGB.

En el aula de la Universidad del Mar, Angélica Romero se encuentra preparando su clase con los estudiantes de 4to y 3er año de Pedagogía en Lenguaje. Le solicitamos un poco de su tiempo para conversar acerca del déficit atencional con hiperactividad y ella muy amable accede a conversar. Comencé con la pregunta que más me interesaba: ¿Cómo nosotros, futuros pedagogos, podríamos educar a los niños con déficit atencional con hiperactividad, y mediante qué estrategias?, y ésta detonó en una larga y enriquecedora respuesta: Lo importante en los niños con hiperactividad es que tienen un nivel de atención bajo, por lo tanto si tienen un nivel de atención bajo, es necesario poner atención en los ejercicios que vamos a realizar en el aula, en el desarrollo de la clase, trabajando también en torno a la motivación.

Siempre dinamizar y jugar con el aprendizaje
             
Utilizando distintos materiales, distintos colores, distintas texturas, se debe realizar una clase dinámica. El teatro es muy importante. Por ejemplo, si el profesor utiliza solamente el plumón y la pizarra, ese niño tomará atención solo 5 minutos de la clase. Ahora bien, si dinamizamos la clase, es decir, trabajamos en la instrucción: el cómo vamos a desarrollar la clase, y lo explicamos, que los educandos tengan claridad cómo se va a hacer y en qué instancias se va utilizar el material, podríamos tener atento al niño, explicando la clase los primeros 5 minutos. Ahora que ya le expliqué al niño en qué consiste la clase, él debe utilizar el material o trabajar en grupo.  Por lo tanto, es importante la dinámica de la clase, y también que el estudiante sepa cómo se va a desarrollar, cuáles van a ser la distintas instancias de ésta y utilizar los distintos materiales en la sala de clase.  Que la dinámica de la clase no sea plana. El teatro, según Angélica, es una buena herramienta para la declamación de poesía, juegos de comunicación corporal y sobre todo para trabajar los cuentos, que se pueden adaptar a los niños. Buscar jugar con las palabras, enseñarle que el lenguaje no es aburrido, sino que tiene múltiples opciones.
El niño de enseñanza básica utiliza bastante el material concreto para trabajar. Por ejemplo, en matemáticas no basta con que la multiplicación se enseñe diciendo que multiplicar este número de este número con este otro número dará tal resultado, sino que hacerlos trabajar con material concreto. En el área del lenguaje trabajar los conceptos, la semántica o el vocabulario. A veces pensamos que el niño domina cierto vocablo y no es así. Por ejemplo, si hay una palabra que el niño no entiende, es necesario pedirle que lo busque en el diccionario y luego lo podría dramatizar o trabajarlo con su compañero, o que cada uno busque una palabra y jugar dando pistas, como adivinanzas o mímica para ver si entendieron, siempre tratar de dinamizar y jugar con el aprendizaje, con los niños en básica. En sexto año todavía se podrían considerar actividades con la corporalidad con lo concreto.

Desde una fruta real a un aprendizaje significativo

La hiperactividad si no es tratada puede prolongarse durante toda la vida, y  quizás siempre va a tener desconcentración o bajo niveles de atención.  Si no es tratado, perdura. El niño aprende desde los sentidos, generalmente los profesores nos dedicamos a hacer clases desde lo auditivo y lo visual, y los niños con necesidades educativas especiales generalmente necesitan utilizar más sentidos, como el olfato y lo gustativo. Por ejemplo, si trabajamos con la simple palabra “piña”, no bastará con escribir la palabra “piña”, no bastará con que la palabra este inserta en un poema o que la palabra la veamos en imagen o que esté inserta en un texto. Tenemos que comprar una piña, partirla y llevarla para tocarla, degustarla, olerla. Y si uno trabaja esos aspectos, los aprendizajes serán más significativos para el niño, no lo van a olvidar nunca, ya que si lo comparas con la piña dibujada o escrita no tendrá la importancia que tiene concretamente el objeto mismo del cual estás hablando.

Tomás Subiabre J.

0 comentarios:

Publicar un comentario